Como a incauto insecto en tela de araña
Me has atrapado, niña, me has atrapado...
Me he enamorado de ti, me gustan tus risas,
tus manos y tus pies, tu cabello y tus pestañas.
Tus grandes ojos, mi niña, me vuelven loco.
Me vuelven loco tus ojos grandes, mi niña,
Ellos me están matando, poquito a poco.
Tus labios, mi niña, son dos claveles rosas.
Son dos claveles rosas, tus labios, mi niña,
Y por besarlos, yo haría cualquier cosa.
Tu cara, mi niña, es de porcelana.
De porcelana fina, mi niña, de porcelana.
Y sólo por acariciarla, yo daría mi alma.
Tus senos, mi niña, vasijas de leche y miel.
Cuerpo firme, piel de seda, largas piernas,
Eres ágil, inteligente, alegre, amiga fiel
cimbras, como el junco en la ribera.
Si en verdad existe Dios, creador de tantas cosas:
la Luna y las estrellas, los mares y la Tierra,
las nubes y los vientos, el lobo y las ovejas,
el amor y el veneno, las mujeres y las rosas.
Por favor le pido, ya que dicen es tan bueno,
sabiendo cómo te amo, me conceda este sueño:
Abrazarte, fundirte a besos, estrechar tu cuerpo,
recorrer con mis manos los sedosos humedales
sentir tus débiles quejas y estremecimientos
y aplacar la sed de nuestras ansiosas bocas
gozando ambos, hasta alcanzar el cielo.
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