Cuando yo me vaya lejos,
hacia el horizonte infinito,
dejando atrás heridas, alegrías,
amigos y enemigos, y sin más bagaje
que mi amor incomprendido.
Con el corazón abierto,
mostrando las múltiples heridas
que me hice a lo largo del camino.
Cuando llegue ante la fuente de energía
que a todos nos da vida
y me postre ante el Supremo Juez,
sabiendo que nada es peor
de lo que ya he sufrido
Y Él me pregunte qué deseo,
para que me sea concedido,
antes de arrojarme al eterno olvido.
Le diré que te ame como yo te amé,
que te cuide por muchos años
y te guarde un lugar junto a Él
y que hizo añicos mi corazón,
ilumine para siempre los espacios infinitos
No hay comentarios:
Publicar un comentario