A UNA ROSA PRESUMIDA
La rosa, muy
engreída,
en el jardín destacaba
y el candor de su mirada
los claveles encendía
Presumía de ser libre
y de amar a quien
quisiera
sin pudores ni fronteras
para lograr lo imposible
Los insectos
sobrevuelan
atraídos por su aroma
a todos ellos atrapa
con su mirada
enamora
Cuando probaron el néctar
que hallaron en su
corola
aprendieron, en mala hora,
que era dañina su
ingesta
Huyen todos los insectos
en otras flores se
posan
es humildad lo que
aprecian
más que cualquier otro aspecto
Que más te hubiera
valido
ser bella pero
sencilla
como las flores silvestres
que alrededor han
crecido