llevándose sin permiso el aroma.
Como el agua que te acaricia el cuerpo
llevándose con ella toda esencia,
al pasar tú por mi lado, princesa,
mi corazón destrozado te llevas,
Bella Mariposa, obligada por tu pareja
Veleidosa, te da igual clavel o rosa.
En la amapola te posas también,
en el laurel, el lirio y la violeta…
Con todos te muestras muy amorosa
Mujer, solo tú sabes cuánto lloras
en la soledad de tu habitación:
los hijos, la hipoteca, el colegio…
¡Dios, maldito sea el paro!, entre todos
destrozaron tu frágil corazón.
Y ahora te alejas, bella Princesa,
y me dejas atrapado en tu aroma.
Te giras y me sonríes, amor...
y mi corazón partido te llevas
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Amigo Juan, excelente y dolorido poema donde una vez más reivindicas tu apoyo a la mujer maltratada.
ResponderEliminarMi aplauso y mi reconocimiento querido amigo poeta.
Amigo Antonio, llegando de ti, magnífico poeta y escritor, este amable comentario me llena de satisfacción y ánimos para continuar escribiendo. Muchísimas gracias. Un abrazo.
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