jueves, 4 de abril de 2024

EN HONOR A DON EDUARDO FUERTE LÓPEZ "EL LALO"

 


 

El  9 de enero hacía frío en la calle.

pero dentro de la sala hervía el aire

cuando llegó la señora triste y enlutada

llevando oculta bajo el abrigo su guadaña.

Desde la puerta observó la situación:

la familia besaba llorando a su víctima en el lecho

y ella supo que ya era hora de llevársela.

No le importaba el dolor que flotaba en el aire

ni las lágrimas que al suelo llegaban

vertidas por ojos doloridos y cansados

 por todas las horas robadas al sueño

No le importaban  los lamentos desesperados

 de quienes  al  anciano acompañaban.


De pronto, el mundo se paró en seco

y un aire frio entró por la ventana

cuando se detuvo el aliento vivo

del  señor que miraba fijo en la cama.

¡Oh Diossss! ¿Qué has hechoooo?

Gritaron todos los presentes al unísono.

¿No era este el mejor padre, el mejor marido

el más servicial, el más alegre, el mejor amigo?

¿No podías llevarte a algún malnacido

 de esos que son dañinos para la humanidad

como las víboras que ocultas en el desierto

que  muerden el pie de quienes  buscan lejos la libertad?

¡No te entendemos, Señor!

Como rastrojo empujado por el viento,

 nuestra Fe rueda por los suelos y es pisoteada

por nuestras almas rotas, perdidas y destrozadas.

La vida ya no es eso, es otra cosa, todo ha cambiado...

La noche es de día, y el sol se ha ocultado

La Luna preside cielos grises de tormenta

Vientos huracanados destruyen la vida feliz del ayer

Y convierten en lodo todos los proyectos,

todas las ilusiones, todas las esperanzas,

todos los sueños, todas las promesas... Y la Fe en ti.

Las personas presentes quieren irse también,

 no desean vivir, no hay nada que detenga el dolor,

ni la locura, ni el llanto ni los gritos desesperados.

Pasará mucho tiempo antes de que  se sosieguen,

antes de que los corazones vuelvan  a latir normal,

antes de que se agradezca la brisa al caminar

y que se tome consciencia de la cruel realidad:

Que hay que seguir adelante, con la cabeza alta

 mirando al frente mientras se trabaja

 en la fábrica, en la oficina o  en casa

cocinando o lavando ropa. Tu vida será ir de compras

alimentar a la familia,  pagar la hipoteca

llevar a los niños a la escuela, y comprarles chucherías al salir

y contarles historias bonitas del abuelo por las tardes

 para que nunca olviden que estuvo aquí.

Y será así, viendo que la vida sigue, que siempre ha sido así...

Comprendiendo que hasta las flores más bonitas se marchitan

y que luego llega la primavera y otras flores vuelven surgir.

Y verán la grandeza y majestuosidad de la naturaleza:

Sus ciclos constantes, puntuales, sabios, incomparables...

Entonces  no podrán  menos que exclamar, con amorosa admiración:

«Te doy gracias por tantas maravillas, admirables son tus obras y mi alma bien lo sabe» salmo 139: 14

©Juan Pan García

 

 






viernes, 15 de marzo de 2024

CONDONES GRATIS

 



El Ministerio de Sanidad acuerda regalar los preservativos a los jóvenes de entre 15 y 24 años de edad, para evitar los embarazos embarazosos y ls infecciones, que al parecer aumentan sin control.

Preguntada una joven estudiante en una encuesta callejera de La Sexta, alega: “Es que los condones son carísimos, y la mayoría de los jovenes no trabajamos”.

Pero, pienso yo, les sobra dinero para botellonas y conciertos.

El precio de los preservativos lo padecíamos también en la Edad del Bronze, cuando yo servía en el Regimiento Cazadores de Montaña, ubicado en Sabiñanigo, Huesca.

Recuerdo que un soldado se fue de permiso a la capital. Nada más llegar, entró en una farmacia y esperó a que se fuesen las personas que hacían cola ante el farmacéutico, y cuando él se quedó solo ante la mirada inquisitiva del boticario, sacó un pañuelo atado del bolsillo, lo abrió, lo desplegó en el mostrador y enseñó la docena de condones rotos y atados con hilo que contenía el paquetito.

— Venía a ver si usted puede ponerles algunos parches...

El boticario se quedó pasmado, con los ojos como platos y la boca abierta si poder pronunciar palabra. Al fin estalló:

— ¡¿Pero esto qué mierda es?! Esto es peligroso, el preservativo está hecho para un solo uso, De lo contrario en vez de protegerle provoca enfermedades terribles. ¡Lléveselos de aquí y arrójelos a la basura!

— No puedo señor boticario: no son míos, son del batallón.

Y es que las tres pesetas que nos daban en la mili no daban para caprichos.

Y aquí estamos. Hemos sobrevivido sin necesidad de que nos paguasen 200 euros para fiestas de los impuestos que nos exigen a los demás, y ahora, además que paguen también los condones. ¿Qué seguira luego?

¿La vaselina y lubricantes intimos?

 

  

miércoles, 31 de enero de 2024

EL AMOR A LA TERCERA ( O CUARTA) EDAD

 


Si tú me dices: “Vente conmigo”

Cojo el pasaporte, dinero y bastón

tres mudas de ropa, traje y abrigo

y salgo ráudo a coger el avión.

 

Mi  mujer, feliz, me paga el viaje,

me hace la maleta y me da un beso

 y, para mis gastos, tres mil euros.

“ Diviertete, cariño. Ten coraje.

 

. No tengas prisa en volver.

No pienses en mí ni un momento

Quien te quiera, ¡merece un monumento!

Tu mantenimiento, yo le pagaré

 

“ Sólo el billete de ida — dicen en Iberia—

No sea que  lo vayan a secuestrar,

y aunque quiera, no podrá regresar”,

afirma la azafata muy seria.

 

Ésa es la temida raya roja, pensé.

Ya  me daba miedo coger el avión

¡En una semana, se han caido tres!

 Para volar hace falta mucho valor.

 

Me voy   a Cádiz y un barco  busco

ofrecen un crucero a varias ciudades:

Santo Domingo, La Habana y Acapulco

donde incluyen en el precio.  masajes.

 

Miro el mapa, y busco mi destino

aquél   donde  me espera mi amor.

Pararme en Acapulco es un desatino:

¡A dos mil kms de la reina de mi corazón!

 

¡Qué lejos, por dios!¡Ay que pena!

¿Adónde voy , dolorido con mi bastón?

A mí, seguro que no me secuestran,

soy  viejo y  cobro exigua pensión...

Y , lo peor, no podré hacerle el amor.

 

A mi edad, no  veo  factible ese proyecto

Espero no tener que enfrentarme a eso

Solo puedo dispensarle caricias y besos

 ¡En eso sí, yo soy  un experto!

Llevo tiritas pa la lengua,

Enjuages, pastillas, vendas,  linimento...

 

¡Vaya por Dios! Me está doliendo la espalda

¿Y qué hago  ahora yo?

Mejor me quedo  en España

 Tener una amante joven, a mis 80 años...

¡Eso no lo puede mantener ni Dios!

 © Juan Pan García. Blog “Gritos del alma Silenciosa”