Tengo una pena muy grande
de vivir de ti tan
lejos,
de no poder verte, niña,
y no poder darte un beso,
en esa cara tan bonita,
en ese cuerpo tan bello...
Pensarlo me vuelve loco,
y de noche me quita el sueño
¡ Ay, que triste sino el mío!
Corazón joven y cuerpo viejo,
el uno derrocha cariño,
el otro no tiene remedio.
Si al menos pudiera verte
y contemplarte en silencio,
sentir que estás en mis brazos,
que te estoy comiendo a besos
esos ojos, esa cara, esos labios,
ese bonito culo,
esos senos...
No me importaría morir
después de experimentar eso.
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