Escucho el rumor sordo de las olas
rompiendo una tras otra en la orilla.
Un niño recoge alguna almejilla,
sus padres juegan lanzando tres bolas
En el cielo añil vuela una gaviota
sopla suave un viento fresco del norte
Un perro se acerca, me hace un recorte
mientras yo pienso en ti, con mi alma rota
Me subo el cuello de la cazadora,
me siento bien, del frío protegido;
pero mi corazón, a ti te añora.
¿Cómo olvidar tu imagen soñadora
andando descalza sin hacer ruido
sintiéndote de mi alma la señora?
No hay comentarios:
Publicar un comentario