Un día, la tierra que
cultivaste,
agradecerá el amor demostrado
un fruto, cien veces multiplicado,
hará de la semilla que sembraste.
Las Áridas tierras de sudor regaste,
¡Nunca es fácil conducir el arado!
La paciencia y las
fuerzas te ha mermado,
y a beber alcohol te
dedicaste
Tú no te amilanes
ante el esfuerzo
al que obligan las piedras y la grama
al amor que tu corazón entrega
Más bien echa toda
piedra a un lado
arranca de raíz esa hierba mala
Sólo así lograrás cosecha buena
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