Miraba un niño en la calle
con los ojos deslumbrados
al rey Baltasar que pasaba
en un camello montado
Se acercaba a los balcones
y entregaba los regalos
que previamente en las cartas
los niños le habían encargado
Da un bufido y se gira
el camello al ver al niño
se para delante del él
y al rey, que trastabilla,
se le cae un paquete justo
a los pies del chiquillo.
Dámelo, dice el Rey negro,
es para un niño que está malito.
Y dime cómo te llamas, hijo,
buscaré en las alforjas tu regalito
No señor Rey, no busque nada
ninguna carta yo he escrito:
Mi padre está sin trabajo,
y no hay dinero para sellos.
Hoy, aún no hemos comido.
El niño recoge el paquete del suelo
Se pone de puntillas y se lo da al Rey
Que lo mira muy apenado, ¡rediez!
no puedo concederle su regalo!
¡Trabajo, trabajo, trabajo...!
Cosa seria, difícil de encontrar
Cosa seria, difícil de encontrar
¡Qué más quisiera yo, hijo,
que a tu padre poder colocar.
Pero corren malos tiempos
Y mucho me temo, amigo,
que esta gentuza con los recortes
incluso a mí me quieran echar
Si hablas con Udargarín quizás...
Siendo él tan importante,
y miembro de la Casa Real...
¡Seguro que te podrá ayudar!
Pero ¡ojo!, ése no es como yo:
él, jamás trabaja de balde
y para poder pagarle el favor,
día y noche trabajará tu padre.
Reales día de reyes, cuantos padres habrán llenado de sueños los platos al medio día para depositar bajo el árbol un pequeñito deseo.
ResponderEliminarBesos Juan para ti y tu esposa, lamento no haber pasado por este ni tu otro espacio, pero después de varias semanas ahora estoy comentando. Las circunstancias me han dado una tregua.
Muy bonito y atinado Juan. Lastimosamente esa una situación que se repite cada vez más en nuestros días.
ResponderEliminarAprovecho para enviarte mis mejores deseos para este año que recién empieza.
Un abrazo
Muchas gracias, Oreadas,y tranquila, sé los problemas a los que te enfrentas cada día. Un beso.
ResponderEliminarMuchas gracias, Belkis. también te deseo un año completo en felicidad, salud y bienestar.Por lo demás,algún día respoderán ante la verdadera Justicia nuestros dirigentes. Un beso
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