Si tú me dices: “Vente conmigo”
Cojo el pasaporte, dinero y bastón
tres mudas de ropa, traje y abrigo
y salgo ráudo a coger el avión.
Mi mujer, feliz, me paga el viaje,
me hace la maleta y me da un beso
y, para mis gastos, tres mil euros.
“ Diviertete, cariño. Ten coraje.
. No tengas prisa en volver.
No pienses en mí ni un momento
Quien te quiera, ¡merece un monumento!
Tu mantenimiento, yo le pagaré
“ Sólo el billete de ida — dicen en Iberia—
No sea que lo vayan a secuestrar,
y aunque quiera, no podrá regresar”,
afirma la azafata muy seria.
Ésa es la temida raya roja, pensé.
Ya me daba miedo coger el avión
¡En una semana, se han caido tres!
Para volar hace falta mucho valor.
Me voy a Cádiz y un barco busco
ofrecen un crucero a varias ciudades:
Santo Domingo, La Habana y Acapulco
donde incluyen en el precio. masajes.
Miro el mapa, y busco mi destino
aquél donde me espera mi amor.
Pararme en Acapulco es un desatino:
¡A dos mil kms de la reina de mi corazón!
¡Qué lejos, por dios!¡Ay que pena!
¿Adónde voy , dolorido con mi bastón?
A mí, seguro que no me secuestran,
soy viejo y cobro exigua pensión...
Y , lo peor, no podré hacerle el amor.
A mi edad, no veo factible ese proyecto
Espero no tener que enfrentarme a eso
Solo puedo dispensarle caricias y besos
¡En eso sí, yo soy un experto!
Llevo tiritas pa la lengua,
Enjuages, pastillas, vendas, linimento...
¡Vaya por Dios! Me está doliendo la espalda
¿Y qué hago ahora yo?
Mejor me quedo en España
Tener una amante joven, a mis 80 años...
¡Eso no lo puede mantener ni Dios!
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