En la mitad del camino
yendo desde Úbeda a Málaga
encontré un lugar divino:
llamado "Ciudad del Agua".
Suenan alegres los versos
de empatía y de
ilusión
paseando por sus calles
voy dejando el corazón
Si cantarle yo pudiera,
con el alma le diría
a esta ciudad tan hermosa
¡Que viva Priego, que viva!
En tus fuentes cristalinas,
parejas de enamorados
reflejadas en tus aguas,
hechizadas se han besado
Priego, ¡cuánta historia anidas
en las macetas colgadas
y en esas preciosas fuentes
de tus parques y avenidas!
Priego querido, ¡Oh, mi Priego!,
ya nunca te olvidaré,
estos instantes eternos
en el alma llevaré
No hay comentarios:
Publicar un comentario