Intentaba
yo, amor, escribirte una poesía.
Una poesía perfecta que te llegara al alma
Estudié
libros, leí poemas, pregunté a poetas
Hasta
que me di cuenta de que nada entendía
Y quedóse mi ignorante alma compungida
Cerrada
a versos asonantes y disonantes,
Cuartetos, sonetos, endecasílabos,
romances...
¡Ay, Señor, qué difícil es escribir una poesía!
Si en
verdad lo único que yo quería decirte
–Para
que no se te olvide y te quede claro –
Que
en mi vida eres lo más importante
Y por
ti yo muero, mi vida, ¡porque te amo!
Muero por sentir tu piel contra la mía
Por libar el dulce licor de tu boca
Despertar
abrazado a ti al alba, vida mía
Después de una noche de amor loca, loca...
Explorar tus suaves, cálidas y firmes dunas
Refugiarme en tu oasis, tupido y escondido
Y entregarnos ambos al placer merecido
Tras la larga travesía con vientos, sol y
lunas.
Perdona
la crudeza de
mis fantasías
Hombre
humilde, en el campo he nacido
Mas sin
ser docto, hoy he comprendido:
Eres
tú, mi verdadera y única poesía
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