Irrumpe en la casa por las ventanas
expulsando tinieblas, y a las figuras
descubriendo y dándoles vida,
el rayo de sol en la alborada
Así fue cuando la descendiente
entró en aquella confortable casa
deslumbrando con su presencia
y vitalidad a todos
los presentes
No era muy alta y mas bien llenita.
Ella me miró con
su ojos grandes,
de mirada franca, y en su boquita
apareció bonita y cálida sonrisa.
Ella se acercó a su madre adorada,
quien orgullosa y
muy alegre,
con inmensa ternura,
sonriente,
absorta a su amada
niña miraba.
Porque aquella mujer ya hecha
seguía siendo su bebé, su niña,
al igual que cuando le daba teta
y a pesar de
cumplir los treinta
Se dieron un abrazo, intercambiaron besos...
se dijeron palabras de ánimo, cosas, eventos...
Luego la joven se volvió hacia mí, sonriendo:
"¡Hola!, soy María, la hija. Encantada."
Y se estiró un poco y me puso su mejilla
y yo, que arrobado a madre e hija observaba,
deposité un fugaz
beso en su bonita cara.
Ella tenía prisa, sólo venía a comer,
apenas una hora, y luego a correr
Era simpática, alegre y locuaz,
su voz, agua fresca manantial,
para los oídos sedientos, el Maná
Al otro lado de la mesa se hallaba
Al otro lado de la mesa se hallaba
un mocetón con
cara de niño:
estudiante, cariñoso, buen hijo
a quien sus padres adoraban
Y enfrente de mí, el progenitor
orgulloso, alegre, contento...
orgulloso, alegre, contento...
presidiendo la mesa con amor
Más tarde llegó otro chico,
el mayor de los tres hijos:
el mayor de los tres hijos:
musculoso, ágil cual felino
"Gimnasio, mucho ejercicio"
Irradiaba felicidad y amor el nido.
Sus hijos son su legado, gran tesoro,
del mundo lo mejor, lo
más bonito,
Para aquellos amigos queridos.
Juan, me he quedado perpleja ante tan bello reflejo de mi paraíso. Gracias por este detalle en el nombre de mi familia y el mio. Un beso x por cinco.
ResponderEliminarFue un honor para mí entrar en ese paraíso tuyo habitado por cinco dioses que emanan amor por cada uno de sus poros y compartir con vosotros unas horas de felicidad. Besos y abrazos, amiga mía.
ResponderEliminarPrecioso Juan soy Lari
ResponderEliminar¡Gracias, Larisa! Bienvenida a mi rincón. Un beso paisana
ResponderEliminarUna delicia de versos amigo Juan. Despues de leer los comentarios estoy un poco en el secreto.
ResponderEliminarUn magnifico poema y hasta donde se, para una hermosa familia.
Un gran abrazo, poeta.