Después de un largo tiempo de podredumbre
por que perdí la esencia que me daba vida
juré que jamás me abrasaría en la misma lumbre
y pasé años lamiendo mis propias heridas...
Hoy un nuevo aroma, dulce y embriagador,
ha inundado mi alma triste y deprimida
y en la costra oscura que la recubría
le han salido unos brotes de verdor.
Si la vida en soledad es triste,
¡qué bonita es la vida en el amor!
que belleza de poema, amigo sin amor no se puede aunque muchas veces tenemos que acostumbrarnos, la vida nos da lo que puede. Un abrazo!
ResponderEliminarse te ve muy bien en esa foto mi querido amigo
ResponderEliminar