Esta tarde triste de cielo plomizo, hundido en mi sofá
mientras sentía la lluvia arañar los cristales de mis
ventanas y bebía un vaso tras otro de versos cargados de
sentimientos de almas gemelas que sueñan en la distancia, he acabado ebrio de poesía y con alucinaciones de campos sembrados de
trigo moteados de amapolas, montañas nevadas y boscosas que lloran y forman
torrentes de agua fresca donde se bañan las musas. Os agradezco a tod@s los que
habéis coparticipado en esta Antología el alimento espiritual que me habéis regalado y que ha conseguido, a pesar de la
tristeza del día, elevar mi ánimo deprimido.
¡GRACIAS, POETAS.!
Llueve, y en tu interior florece la primavera. Un besito Juan
ResponderEliminarPara mí, cada vez que te veo es primavera, Oreadas. Besos
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