sábado, 9 de abril de 2022

LA SEMANA SANTA

 La Semana Santa, como la Navidad, significa para mi  vacaciones y reencuentros familiares, aprovechando los  puentes de sus días festivos. Y por tal motivo estamos esperando hoy la llegada de uno de mis hijos, su esposa   y mi  nietecita, quienes ya habrán salido de Madrid..

Lejos quedan ya los años en que presenciaba las procesiones desde la tribuna del SEU, en la calle Larios de Málaga, de las cuales comparto el siguiente recuerdo, que cuento con muchos más detalles en mi libro “Carretera y manta. Memorias de un emigrante español retornado:                                    

                   "La Semana Santa solía quedarme solo en el internado, pues los demás alumnos procedían de los pueblos de la provincia de Málaga y sus padres venían a por ellos para llevarlos a pasar las vacaciones en familia. En la Semana Santa del año 1958 llegó un autocar de Getafe con cuarenta oficiales del Ejército del Aire para ver las procesiones malagueñas.


Siguiendo órdenes del Gobierno, el director había invitado a los pilotos a usar la escuela como residencia de estudiantes, ocupando los dormitorios de mis compañeros.


Uno de ellos era novillero y había llegado a torear en la plaza de toros de Córdoba. Se llamaba Luís Rodríguez y era natural de Salamanca. Cada noche, cuando terminaban de pasar las procesiones por la calle Larios, tomábamos chocolate con churros todos juntos en una cafetería situada enfrente del Málaga Cinema.

Luís me parecía un hombre muy triste, siempre estaba como ausente. Un día le pregunté si le ocurría algo y me dijo que tenía un amigo maletilla, con quien había compartido noches de luna toreando clandestinamente en la dehesa, que se había enamorado de la hija del dueño del cortijo donde él trabajaba. Y hubo problemas. Tantos, que se marchó del pueblo y ahora nadie sabía dónde estaba. En los días siguientes Luis, confiado, me narraba historias curiosas de su vida como maletilla.

Yo intuía que el maletilla enamorado era él, y ante la imposibilidad de casarse con la hija de un adinerado ganadero, se había marchado del pueblo para ingresar como voluntario en la Aviación Nacional.

Terminada la Semana Santa, los aviadores retornaron a Getafe.

Dos semanas más tarde recibí una carta de Luis con una foto dedicada, donde se le ve toreando un novillo en la plaza de toros de Córdoba, y yo presumía ante mis profesores y compañeros de tener un amigo torero.


En febrero de 1959 ingresó en el internado un chico de doce años, llamado José Santos, uno de los pocos supervivientes de la rotura de la presa de Ribadelago (Zamora), donde había perdido a toda su familia. El Gobierno le había concedido una beca en la misma escuela que estaba yo para que aprendiese un oficio. Tres días antes de la Semana Santa todos los internos se marcharon de vacaciones menos él y yo, que vivíamos lejos de Málaga.

Para mí, era el cuarto año que permanecía en la escuela durante las vacaciones de Semana Santa, y el primero que estaba acompañado. El internado nos abrumaba, se nos hacían largas las mañanas en un edificio tan grande y solitario. Las tardes no eran mejores, pues a las dos, tal como hizo conmigo los años anteriores, venía a por nosotros Carlos Soto, un celador del internado, para llevarnos a ver las procesiones en una tribuna del SEU (Sindicato Español Universitario), instalada en mitad de la calle Larios. Allí nos entregaba sendos bocadillos de sardinas y un botellín de zumo de naranja y nos abandonaba para irse con la novia, no sin antes hacernos prometer que no nos moveríamos de nuestro asiento hasta que él regresara a por nosotros.

O sea: llegábamos a las tres de la tarde y permanecíamos en la tribuna viendo pasar cristos y vírgenes, nazarenos y bandas de cornetas militares hasta las dos de la madrugada. Y eso un día y otro, desde el lunes hasta el sábado.

El Jueves Santo, hartos de ver siempre lo mismo, nos escapamos y nos fuimos a la playa. El agua estaba helada pero nos bañamos. Como no teníamos toallas, nos secamos luego al sol.

Aquel día justamente, el celador fue a la tribuna con la novia para ver desfilar a la Legión con su Cristo de la Buena Muerte y a la Virgen de la Esperanza. Nos llevaban un trozo de bizcocho que ella había hecho para merendar. Al no hallarnos se puso muy nervioso, pero intuyendo que nos habíamos cansado de las procesiones y habíamos regresado a la escuela fue a buscarnos. Nosotros aún no habíamos llegado, y al no encontrarnos tuvo mucho miedo de que nos hubiese pasado algo y él, como responsable nuestro, perdiera el empleo.

Llamó a la Guardia Civil y denunció nuestra desaparición, pero al parecer le respondieron que debía esperar tres días antes de denunciar, dando por supuesto que nosotros mismos regresaríamos en breve.

Cuando aparecimos en la escuela Carlos nos arreó tal bofetada, que a mí se me hinchó la cara y Joselito sangraba por la nariz y la boca.

A partir de ese día ya no se separaba de nosotros. La novia venía a buscarnos en un coche de caballos y todos juntos nos íbamos a pasar un rato en la tribuna. A la hora de la merienda, nos sentábamos en la terraza de una cafetería cercana para tomar un refresco con chanquetes, y luego regresábamos a la grada. Al finalizar las procesiones en la madrugada, íbamos a tomar chocolate con churros.


jueves, 7 de abril de 2022

¡COMO EN ANDALUCÍA, NO HAY NÁ!

 





Residía yo en Valencia
Y desayunaba café y magdalenas
¡Ay que pena, qué pena!
Juanillo ten paciencia.

Trabajaba yo en Madrid
Y al bar yo me bajaba
Café con porras desayunaba
¡Ay cuánto pienso en ti!

¡Ay que pena, ay que pena!
Lejos de mi Andalucía
Mi corazón se encogía
Sufriendo mi condena.

Trabajando en Salamanca
Sin saber qué desayunar
¡Ay mi tostada, cuánto me faltas!
Café con leche y un croisant.

¡Ay que pena, ay qué pena!
Qué triste vivir lejos de ti
Mi Andalucía querida
Sin ti me siento morir.

Por fin me vine a El Puerto
Y aquí me jubilé
Ahora donde quiera me siento
Y desayuno como un rey.

Hoy ha sido en el Bar Liba
Café con leche y media tostada
Con aceite virgen extra de oliva
O manteca colorada.

¡Qué alegría, qué alegría!
Disfrutar del Sol y el mar,
de zaguanes con que soñar
En mi bonita Andalucía.

Juan Pan García 7/4/2022

jueves, 3 de marzo de 2022

EL KARMA

 


La rosa que veo en la foto
no es la misma que conocí.
Hace años, cuando yo la vi,
mi corazón se volvió loco.

Tenía ella un aire juvenil
y a pesar de sus cincuenta,
(Dato que yo no tuve en cuenta)
relucía como un candil.

Sigilosa y con picardía
de sus amigas casadas
sus maridos enamoraba
y tenía uno cada día.

Quería un amor sin apegos,
Su amistad para mí: un infierno,
mi primavera se hizo invierno
¡Que me olvidase fue mi ruego!

Ahora, no la reconozco.
Está sola, muy desgastada,
de potingues llena la cara.
La tristeza cubre su rostro.



Nunca hablaba sinceramente
¿Cómo pude yo estar tan ciego?
Borrar esa imagen yo quiero.
Ahora pienso: ¡Fui un demente!

viernes, 25 de febrero de 2022

¡QUÉ VERGüENZA DE PROGRAMA EL DE ESPEJO PÚBLICO!


Que vergüenza he pasado viendo la entrevista que ha realizado Susanna Griso en su programa Espejo Público a una ciudadana rusa afincada en Marbella. Bochornosa la actitud de Susana ante una pobre mujer que ha aceptado responder las preguntas de una reportera. Se ha acharnado en sus acusaciones provocando el malestar de la mujer como si ella fuese quien ha ordenado invadir Ucrania. Ella sólo decía que en Rusia su familia estaba preocupada por la guerra, y que se comunicaba con ella para estar informada. Tres o cuatro veces repitió que ELLA ESTÁ EN CONTRA DE LA GUERRA, pero Susana se había empeñado en oírla decir lo contrario.
Me he sentido mal, no hay derecho, esto no lo hace una buena periodista: el periodista debe informar SIENDO OBJETIVO EN TODO MOMENTO, no tomar partido por un bando.
Les prometo que nunca más veré un programa presentado por esta señora. Nunca jamás. El odio que emanaba de su rostro congestionado, los ojos brillantes y casi escupiendo las palabras al dirigirse a la mujer me dio miedo. Comentamos en casa que si hubiera sido ella la reportera le pega a la entrevistada. ¡Qué vergüenza, por Dios!

jueves, 24 de febrero de 2022

BOMBARDERO

 

Ave gris, metálica y maldita,
hierro y fuego son tus excrementos.
Carroñera, buscas entre los despojos
los trofeos para tu vitrina
Ucrania, tierra de cereales:
horribles máquinas allanan
casas y campos para cultivar
girasoles de color sangre
¿Cuántos Hitlers sus huestes
enviarán a matar a tus hijos?
¿Cuántos de éstos deben morir
para que Europa despierte?
¿Cuándo valdrán más que el gas
las vidas de los inocentes?
Juan Pan García. 25 / 02 / 2022
¡NO A LA GUERRA!








miércoles, 10 de noviembre de 2021

EL HUEVO FRITO


 EL HUEVO FRITO

Me lo ha prohibido el médico
(Yo no sé por qué razón),
así como el embutido,
los potajes y el jamón.
¡Ay!, mi pobre huevo frito…
¿Qué voy a hacer yo sin ti?
¿Qué le haces a ese maldito
que solo come marisco
para hablar tan mal de ti?
Él, que reina en su consulta,
come más que un albañil,
no quiere verte en mi mesa
¡Con lo que yo te amo a ti!
¡Ay mi pobre huevo frito!
¡Ese tío es un malaje!
Qué digo yo: ¡Un gran cabrón!
Me pregunta intimidades,
para enterarse de tó.
Me pide que me desnude
pa mirarme las anginas
me toca donde quiere…
Y, como no tiene idea,
de lo que haya en mi cocina
él me lo prohíbe tó:
El viagra, por el corazón,
el vino, por la tensión
y los nobles huevos fritos
por alto colesterol.
¡Vaya tío desgrasiao!
Tan malaje, tan huraño...
¡Tiene apenas cincuenta años
Y está más viejo que yo!
Juan Pan García. !0/11/ 2021.
( No me copies o te saldrán canas y no se te levantará ni el ánimo)

domingo, 7 de noviembre de 2021

LOS TREPAS.

 

En el mar hay mucha gente que quiere

 ser el mejor nadando sobre el agua

y brillar en un mundo  oscurecido

 ese único objetivo lo mantiene.

 

Y no es malo ser  estrella en el cielo

 compartir con todos conocimientos

Pinturas, libros, pan, descubrimientos

Siendo así  más valioso que el dinero.

 

Más aquellos que suben muy aprisa

Trepando muros o buscando atajos

Pisando sin pudor al  de debajo

les ahogará  el calor de la brisa.

 

Hay quien presume de ser bueno y justo

De ayudar en todo a seres humanos

Negándose a  estrechar sus manos

¡Pobres almas, nunca vivirán a gusto!

 

Sé consecuente con lo que tú dices

No expreses nunca lo que tú  no sientes

Por favor, no intentes  ser lo que no eres

Tus palabras, tus acciones contradicen

Que tu caminar   deje  un buen aroma

No un grano ardiente de arena en el ojo

 

Juan Pan García. Blog registrado en Safe creative  Org.