Sé que tú me odias
porque has sido mía
y no lo olvidas.
Son tus insultos
a mis oídos poesía
inmaculada.
Tus arañazos
caricias para mi alma
enamorada.
Nuestras mentiras
embriagadas de amor
eran felices
Nuestras mentiras
embriagadas de amor
eran felices
Cálidas manos
abrazaban mi espalda
¡Y tú gemías!
¿Adónde fuiste
ligera como pluma
ascendiendo en el aire?
Buscas el agua
como la cierva en celo
en otras fuentes
Mis Haikus -
CC by-nc-nd -
Juan Pan García
Buscas el agua
como la cierva en celo
en otras fuentes
Ya no te quiero
por lo que tu ya
sabes,
amor, has
muerto.
Son bellisimos...
ResponderEliminarUn abrazo Juan.
Muchas gracias, querida amiga genessis. Llegando de ti esas palabras suenan a música celestial. Un beso
ResponderEliminarYa lo leí enterito. Bonito, aunque hable de desamor que nunca es deseable como sentimiento.
ResponderEliminarHola, Mari Carmen Rubio: Ante todo bienvenida a mi humilde rincón. El desamor ya lo dice la palabra, es contrario al amor, y por eso es tan doloroso como agradable el amor. De todo hay que escribir, pues no hay tema que no nos afecte a lo largo de nuestra vida. Muchísimas gracias por tu paso y huella. Un beso
ResponderEliminar