Imagen de internet: Jesús sin techo
¡Marchaos, nubes del cielo!
Y que vea las estrellas
el mendigo que hoy ocupa
un banco de la alameda.
Llegan canciones y risas
del otro lado, en la acera
donde la gente, sin prisas,
celebra la Nochebuena
De sus bienes
despojado
por el banco y la
hipoteca,
su mujer fue con sus
padres
Y él quedó solo en la acera
Al cielo el ruido llegaba
de un local muy
conocido,
la gente se divertía
cuando se durmió el
mendigo.
Sobre cartones
helados
el tetrabrik de agrio
vino
admirando las estrellas
abrazando a su perrillo
Mostraba un rostro risueño
y la mirada de vidrio
tumbado en un duro banco.
el cuerpo encogido y frío
Abrazado a un perrito
encontraron al mendigo
sobre cartones helados
y su tetrabrik vacío
Amigo Juan, este poema me recuerda mi relato corto "INDIGENCIA". Me ha emocionado tu sensibilidad al tratar el tema de manera poética. Este mundo sigue, en su gran mayoría, insensible ante este drama. Un abrazo.
ResponderEliminarConozco varios casos de desahucios, José. Uno en mi familia cercana. Algunos acaban bien aunque lo hayan perdido todo no tienen que seguir pagando; otros lo pasan mal: les embargan las nóminas y aunque encuentren trabajo no les llega para el alquile y alimentarse. Muchos se dejan morir en la calle o se arrojan por el balcón. Esa es la España que tenemos, muy distinta de la que habíamos creado en 1978.
ResponderEliminarMe encanta tu comentario, José, me anima mucho a continuar escribiendo. Un abrazo, amigo