Protegeré mi corazón con una fortaleza inmune a la falsedad, inaccesible a la hipocresía. En su torre ondeará la bandera de la verdad y la honestidad.
Pienso que a veces nos creemos buena gente
y alabamos todo los que hemos conseguido:
buena posición, buen trabajo, buenos hijos..
y hablamos como salvadores de la gente.
La verdad es pecamos de falsa humildad;
todo va bien mientras
nos dispensan halagos.
Pero si alguien disiente de nuestro pensar,
será de pronto alejado de nuestro lado
El amigo que amábamos, es enemigo.
Pasamos a reprocharle antiguas torpezas.
Que su amistad, solo existía en su cabeza.
Los abrazos y los besos no han existido.
Inútil desoír la voz
de la conciencia:
Nos está recordando
que es hipocresía
predicar amor y justicia cada día,
si al compañero mostramos indiferencia
Amor, perdón, ayudar... Palabras vacías...
Sólo existen en ti de la boca hacia a fuera.
En verdad, en ellas
todo suena a quimera
Sólo Dios nos juzgará al final de los días