LA PRIMAVERA

Llega la primavera con nuevos bríos, esperanzas y cariños.

Como las  ramas de los almendros, mi alma ha florecido.

Atrás queda el mal tiempo, el dolor de huesos y el invierno frío.

Volverán las golondrinas, anidarán los pajaritos,

 y en los campos verdes andaluces crecerá el trigo

LA ALONDRA

  

    LA ALONDRA

Caminando por el mundo

encontré una alondra herida,

con un dolor muy profundo:

Tenía un ala partida.

La recogí con mis manos

y besé su cabecita

la coloqué en mi regazo

era joven, muy bonita

Dime amor, ¿ qué te ha pasado?

¿Cómo te has hecho esa herida?

Me quedo  preocupado

Lo siento mucho, alondrita.

¿Podrás volar algún día?

En la jaula te he dejado

con mi alma triste, mi vida
y el corazón destrozado

Dicen que podrás sanar

en Dios y ellos he confiado

¡Ojalá  sea verdad

y vuelva a oír tu canto!

Tú sé fuerte, pajarita

 que todo se arreglará

volarás pronto, bonita

 y escucharé tu cantar.

  

Podrás volar algún día

por esos cielos tan altos,

tu preciosa melodía

escucharé ensimismado

Código 1503183534892
Fecha 18-mar-2015 13:15 UTC
Licencia: Creative Commons Attribution Non-commercial No Derivatives 3.0

SE PREGUNTABA UNA PAJARITA

Se preguntaba una pajarita,
Por qué la serpiente come polluelos
Habiendo vegetales  en los suelos.
¿No existe Dios?, ¿su justicia es maldita?

A unos el Sol; a otros, la madrugada.
Unos pasan hambre, otros han de todo.
Nacemos desnudos, del mismo modo.
Por qué sufro tanto... ¡yo no hice nada!

No es envidia, no, lo que ahoga su alma.
Es que  no puede aguantar más dolor.
Sólo pide un mínimo de justicia

Y mirando al cielo, llorando clama:
Dime, mi Dios: ¿por qué a mí?, ¿por qué yo?
¡Basta ya! Concédeme tus delicias.

SE PREGUNTABA UNA PAJARITA - CC by-nc-nd - Juan Pan García

LA FLOR DEL ALMENDRO

Ebn Teinim cantó así a la flor del almendro:

“Antes que las demás flores llegas tú para reinar sobre todas ellas. Y con verdad que eres de venturoso presagio, pues en tu cándida hermosura aparece la primera sonrisa del mundo y de la primavera.”

Foto de Antonia Sesma Díaz,

Como la flor del almendro, preciosa
Sedosa piel, calidas firmes tetas.
Eres noble, inspiración del poeta
La esencia de tu corola, sabrosa,

Como el pétalo, tu alma pura y blanca
 Como almendras dulces son tus caricias
Tus desaires, veneno para el alma.
Esencia de azahares,  tu sonrisa.

 Quisiera en esta nueva primavera

Olvidar las crudezas del invierno

Escapar por fin del terrible averno

 Donde me encuentro por tu indiferencia

Porque tal como el noble tronco, herido 

Resistió el cruel azote del mal tiempo

Soporté un doloroso sentimiento: 

Ser para ti solo un  fruto podrido.

LLUEVE AGUA BENDITA

Óleo de Joaquín Sorolla

 HOMENAJE  AL SER DE LUZ QUE TE HABITA, MUJER

Llueve agua bendita en  días azules

La mimosa florece, luce la campanilla

Las  almas se elevan como  abedules

Escuchar tu voz  para ellas es caricia 

 Sabias  palabras en tus labios sensuales

Provocan cambios en las almas malditas

Que vibran como en el monte los jarales.

Despertando sus conciencias a la vida.

 Mujer, con tu alma agotada y dolorida

Sufres con paciencia las vicisitudes

Soportas mucho, eres fuerte cual encina

Tu  bondad es la mayor de tus virtudes

No hay flor en la naturaleza que  iguale

Tu forma de ser y sentir. ¡Eres única!

No aceptas que  para ganar todo vale

 Despiertas las conciencias  con la ética

 Eres agua en el desierto, brisa de la tarde

 Las  almas   se visten con blanca túnica

 Se engalanan y perfuman para escucharte

 Tu sabiduría, su oscuridad ilumina.

LA SEMANA

 

Hoy comienza otra semana

no se  qué me traerá

espero no sea  mala,

y me vuelva a derrotar

Aires helados del norte

enfriaron mi corazón,

aunque bien yo me comporte

ya no tiene solución.

Tú vuela libre, paloma

que yo no soy cazador

no temas nada de mí.

Y si algún día regresas

en busca de mi calor,
ven,  me encontrarás aquí

SONETO AL DESÁNIMO

Se escucha el rumor sordo de las olas

rompiendo una tras  otra  en la orilla

 Unos viejos recogen almejillas

un mariscador busca entre  las rocas

Vuela una gaviota en un cielo añil

Sopla un viento  recio y frío del norte

y mientras miro el lejano horizonte

mis pensamientos vuelan hacia ti

Me  subo el cuello de la cazadora

me siento bien, del frío protegido

pero mi alma se siente triste y sola

¿Cómo olvidar tus cartas injuriosas?

Para lo malo no existe el olvido

¿Quién soporta el azote de las olas?