Un día, hace ya mucho tiempo, yo fui a Medina.
Cogido de la mano de mi fiel compañera
admiraba plazas, monumentos y vitrinas
recorrí sus calles blancas, de estrechas aceras.
Subimos hasta Santa María la Mayor
y entramos en ella, con respeto y devoción,
subí al campanario a admirar el esplendor
ciudad bañada de sol, causas admiración.
¡Desde lejos, color añil, el mar nos besó!
Vimos el Arco de la Pastora, ¡qué emoción!
La luz dorada de sus piedras nos embriagó
de ternura, yo sentí vibrar mi corazón
pegados a la muralla hicimos el amor.
Medina, bella ciudad. Vales tu peso en oro:
Fuiste capital de Cádiz en la etapa goda,
por ti lucharon romanos, cristianos y moros,
pues, todo el que acude a verte, de ti se enamora
JUAN PAN GARCÍA
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