"Siéntate en la
puerta de tu casa y verás pasar el cadáver de tu enemigo."
No sé si mi alma está muerta o solamente dormida.
No sé si mi cuerpo siente o solamente respira.
Lo cierto amiga es que a mí
ya no me embriaga tu nombre...
¡Me importa un bledo a quién ames o qué
hagas con tu vida!
Hoy paseo por la playa y respiro un aire nuevo...
Me cantan las olas del mar y me hablan las gaviotas.
Del día que te
conocí -Dios, ¡que lejos queda ya!-,
dicen: "Ay, querido
amigo, ¡mira que has sido idiota!
No te hiera el hecho que no te invite a sus eventos,
ella quiere impedir
que veas lo que no debes.
El Sol, tan despiadado, descubrirá sus encuentros
y en aquel inmenso mar de olivos, por sus quereles,
se levantarán por
todas partes tristes lamentos.
¡Cosecharán amargas lágrimas en vez de aceite!"
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