En la Puerta de Toledo
cuando terminaba el día,
te dije cuanto te
quiero
y te besé en la mejilla
Eres tú mi gran tesoro
compañera de mi vida
tu corazón es puro oro
y tu alma grande y sencilla
Recuerdo el lejano
día,
en el que nos conocimos
y me embrujaron tus ojos
sentados bajo los pinos
Estrené el Puente
Carranza,
cinco duros el peaje
compartimos esperanzas
regresando por la tarde
aún seguimos unidos
soportando tantos daños
como regala el
destino
Paseando por Toledo
recordaba aquellos tiempos
que olvidar yo no quiero
colmados de sentimientos
Si preguntas si te quiero
a ese Cristo de la Vega,
responderá desde el cielo:
responderá desde el cielo:
¡Juro que te ama de veras!
PD. Mi carmen no me creía cuando le dije Te quiero. Puso su carita de incrédula nº 216 y acabó riéndose. ¡Aynss, qué habré hecho yo para merecer esto!
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