Sentado en la arena frente a la inmensidad del mar
Sintiendo la brisa marina inundar mis pulmones
su aroma a salitre y algas mi rostro ama acariciar
para agradecimientos acuden a mí miles de razones
Mirando el maravilloso paisaje que tenía ante mí,
no pude menos que exclamar: mi Dios, ¡Gracias!,
por la vida que me das y el privilegio de sentir
en mí interior tu maravillosa Creación y tu gracia
Repasé con Él la amistad que yo había disfrutado
en esa playa hace un año, que no supe mantener.
Le pedí perdón por las ofensas que he cometido
y le juré, arrepentido, que jamás lo volvería a hacer
La vida es el instante que el amor inunda el corazón,
disfrutar de las cosas buenas que hemos conseguido
amando incondicionalmente a todos los seres vivos
perdonándoles sus errores y pidiéndoles perdón
¡Qué bonita es la vida, Dios! ¡Qué bonito es el Amor!
bello poema Juan
ResponderEliminarme quedo con la última linea
Un gusto leerte Mario
Muy sentido el poema, tiene contenido de humanidad.
ResponderEliminarLas fotos bellísimas.
Saludos campeón.
Gracias, Mario. El placer es mío de saber que estás aquí siempre. Un fuerte abrazo
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