Si un día, Dios, me permitieras
estar con ella y rozar con mi dedo
sus labios carnosos, tan tiernos...
tan dulces y sensuales, tan bonitos,
la miraría a los ojos, le pediría permiso
para depositar en ellos un cálido beso
que absorbiera su humedad y brillo
quiero pedirte un deseo:
A esa mujer tan bonita,
que yo tantísimo quiero
la quiero tener a mi verita
para comérmela a besos.
Que dulzura de versos, que feliz se sentirá al leerlos (Carmen)
ResponderEliminarUn abrazo a los dos
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ResponderEliminarGracias, Anna María. Besos para ti
ResponderEliminarMe alegra que te guste, Mercedes. Besos para ti
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