viernes, 22 de enero de 2021

VELEIDOSA




Como las olas del mar
ella se acerca y se aleja,
en mi alma la ansiedad deja
sin saber qué hice yo mal


Quizá debí yo mentir,
decir que soy un gran hombre
con casa, dinero y coche
para que ella venga a mí.


Mas, ¡no puedo ser así!:
llevo el sello del honor
yo soy el que soy, mi amor,
tal como te dije a ti.


Muchos años a la espalda
trabajo, ilusión y sueños
sobre todo el de ser dueño
sí, de tu cuerpo y de tu alma.

Mas si ello no te conviene
si son otros tus proyectos,
¡dilo!, hablemos al respecto:
"Los amores van y vienen"

Juan Pan García, 22-1-21 

sábado, 9 de enero de 2021

ÁNIMO, AMIG@, ¡AGUANTA!



Hoy, quiero escribir un poema de aliento
que consuele a todos los seres humanos
aunque me odien o me quieran como hermanos,
que para discusiones no es el momento.

A quienes han perdido a un ser querido
sufriendo solo en una UCI de hospital
por el virus y por la cruel soledad
sin poder expresarle el amor debido.

A los que ahora mismo están confinados
en sus casas o ciudades sin salir
añorando a la familia, un sin vivir
sufriendo por el corona contagiados.

A los que están atrapados en la nieve
en solitaria carretera, perdida,
sufriendo de frío y quizás sin comida
aguanta, amig@, que los auxilios ya vienen.

Si tienes fiebre, duele el pecho y garganta
con el corazón en la mano te digo:
no te hundas, pronto venceremos al virus
Escúchame amigo, "levántate y anda”

martes, 29 de diciembre de 2020

HAIKÚS DE INVIERNO



Que no se diga que no hay esperanza. Os regalo una página de haikús recien salidos de mi mollera:

I

Mañana fría

Pantalón ajustado

No me la encuentro.

II

La vida sigue

en la ciudad desierta

gorriones vuelan.


III

La Luna helada

sobre la mar tranquila.

Tiemblan mis huesos


jueves, 3 de diciembre de 2020

LAS NORMAS DE SEGURIDAD DEBEN SER PARA TODOS IGUAL

 No es justo, ¡joder! las normas deben ser igual para todo@s.

¿Es que el que lleva un cigarro encendido en la mano o va haciendo futing, en patines o en bicicleta, no contagia a nadie al pasar por medio de la gente?
¿Los coronavirus eligen solo a quienes no fuman o hacen deporte? Porque si es así, me hago fumador enseguida, aunque en mi vida haya fumado.
Y los que llevamos gafas, ¿han pensado en nosotros? Con las gafas es imposible llevar mascarillas porque ese empañan y no ves nada, y como éstas son obligatorias prescindimos de las gafas con el peligro de recibir una hostia que conlleva.
Hace un rato en el supermercado he visto de lejos a Carmen y he ido corriendo a su lado y la he abrazado y le he dado un beso. Tan sorprendida estaba que se ha quedado quieta mientras le he dado otro. No era ella.
Entonces he recordado que mi Carmen estaba en la peluquería y esta señora tan dulce y guapa no podía ser ella. Además era mucho más jóven ¡Putas mascarillas que me impiden llevar las gafas!
—¡Pero qué hace ucté! —Me ha dicho la señora visiblemente alarmada.
—Las gafas, señora no puedo llevarlas con esto, y la he confundido. Perdone.
Y me quedé anonadado esperando que ella llamara al guardia de seguridad y me denunciara.
—No es justo señora que nos obliguen a llevar mascarillas unos sí y a otros no. Perdone usted.
—Bueno, no paza naá. Vallaze tranquilo y tome mi tarheta de vizita.
Y al ir cogerla me echó el brazo al cuello y me dio un beso profundo que me dejó sin respiración:
—Y aprende, hombre, ecto é un bezo y no lo que ucté ma dao.
¿Y ahora qué hago? ¿Qué le digo yo a mi Carmen del alma?
¡Putas normas injustas, vaya mierda de país!
Solo nos queda el derecho a patalear. Bueno, y el de anotar el número de móvil de la señora.
La imagen puede contener: una o varias personas
Me gusta
Comentar
Compartir

lunes, 30 de noviembre de 2020

A QUIEN EN LA SOMBRA ME CRITICA

Nunca llueve a gusto de todos
ni el cielo parece tan bonito
cuando el Sol se hunde en el mar infinito.
Las aguas limpias, conviertes en lodo.

Quiero alegrarte el día y la vida
compartiendo versos y noticias,
enseñando fotos de mis comidas,
de lo bien que mi mujer guisa.

Ilustrados con fotos preciosas,
te enseño también reportajes
de mis eventos y mis viajes
y te cuento anécdotas hermosas.

Pero si te ofende lo que publico
desde el lunes hasta el domingo
para ti con esmero y con cariño
¡Coge el camino, vete a otro sitio!

No manches el sofá que te ofrecí
ni viertas calumnias sobre mi vida,
las palabras dan vueltas, son retorcidas
y el daño que me haces, vuelve a por ti.

Juan Pan García, 30 de noviembre de 2020.
 "Remanso" Pintura al óleo de 65 x53 cm.

La imagen puede contener: árbol, planta, exterior, naturaleza y agua

martes, 24 de noviembre de 2020

ALGAR, MI PUEBLO


 

Sierra de Cádiz, encima de un cerro

entre olivos, eucaliptos y encinas

bendecido por la gracia divina.

emerge de la foresta mi pueblo.


Con Santa María de Guadalupe

venida desde tierras mexicanas

una nación considerada hermana

travesía con sabor agridulce.


Sus paredes blancas y rojas tejas

su gente es amable, alegre y dispuesta

a trabajar, y con dolor, se aleja.

Y el día de su Patrona, regresa


La dehesa y el río Majaceite, 

y el embalse al pie del Tajo del Águila,

 un lugar bonito de ocio y deleite

¡maravilla  navegar por sus aguas!


¡Ay, blanca torre, nido de cigüeñas!

¡Ay la calle Real con sus terrazas!

Aunque vivo lejos, por circunstancias,

pueblo mío, mi corazón te lleva


domingo, 8 de noviembre de 2020

SOY UN HOMBRE... ¿LO SOY?

 


Como flores hermosas, con color, pero sin aroma, son las dulces palabras para el que no obra de acuerdo con ellas”.


Sidhartha Gautama (Buda)


Un suplicio, eso significa para mí salir a la calle, pues siempre me preguntan lo mismo cuando me encuentro con un amigo:

¿Qué sabes de ella? ¿Está bien, sigues en contacto o la has olvidado?

Depredadores del sentimiento humano, ¡inquisidores!, cuyo único afán es dar a su morbo alimento, y esto a costa de remover las heridas que me produce tu recuerdo.

Pienso en ti, sí, lo acepto; pero son breves momentos esos. Ocurre cuando en el silencio de la noche contemplo desde mi cama algún lucero burlándose en el oscuro cielo. Entonces te recuerdo acostada a mi lado, la ventana abierta y el brillante lucero reflejado en tus ojos negros observándome mientras cubro tu cuerpo.


Sí, muchas veces pienso en ti; pero enseguida me apresuro a olvidarte, pues doloroso es pensar en que pueda ser real algo tan dulce, tan maravilloso como lejos. “Somos incompatibles, nuestra relación nos hace daño a ambos; mejor es que me olvides”, me dijiste con esa voz entre cínica y dolida, justificando tu alejamiento, despidiéndome y despidiéndote a ti misma.


Y la gente, insensible, me pide que le hable de mi corazón, de mis atribulados sentimientos, de mis futuros proyectos, ¡ja, ja, ja! Como si hubiera futuro posible sin ti…

Y yo, estúpido de mí —¿a quién quiero engañar?—, les afirmo tras inflar mi pecho que ya todo acabó, que te olvidé, que una ventana se abre cuando otra se cierra, que nunca lloro por una mujer habiendo otras…


Pero lo cierto es que yo pienso en ti en la oscuridad de la noche, cuando nadie ve que pican los ojos y se tornan llorosos; entonces me giro e intento olvidarte, pero es en vano: la almohada me transmite tu aroma, y el colchón me indica tu hueco, ese que te cobijaba cuando ambos fundíamos nuestros cuerpos. Y, furioso, muerdo la almohada que sostenía tus cabellos.

Todos me preguntan cuando estoy en el bar si aún pienso en ti, si sigo contigo, si me amas o estás con otro… Ellos bien lo saben, pero es el morbo lo que les incita, el placer de ver sufrir, de ver llorar a un hombre que jura nunca haber llorado. Y yo entonces me echo a reír y exclamo:¿Llorar? ¡Jamás! Soy un hombre de pelo en pecho, me visto por los pies, y no tengo tiempo para esas niñerías.


Y bebo y bebo…, bebo con ellos para justificar el picor que siento en mis enrojecidos ojos.