¡Buenos días, amig@s! Después de dos fines de semana ricos
en eventos culturales, iniciamos otra con la primavera ya bien asentada, con
sus árboles y jardines florecidos y mis geranios llenos de vida y pidiendo marcha.
Ellos miran desde el alféizar mientras escribo, y cuando
vuelvo mi rostro hacia ellos se agitan de un lado a otro, lo cual interpreto
como un saludo. Estoy seguro de que si ellos hablaran me dirían: ¿Y hoy qué
tontería vas a publicar? Porque los seres vivos siempre llevan dos caras: la amable de cara al
público y la interior, que es la que nos mueve y nos gana.
El pasado fin de semana tuvo
lugar el XX Encuentro de Poetas en Red,en la ciudad de Bailén.
Han sido tres días de compartir
poemas, gastronomía, visitas a museos, monumentos y centros culturales,
incluida una representación viva de la batalla de Bailén en el año 1810.
He conocido a gente nueva en el
grupo y me he reencontrado con otros más veteranos. Juntos hemos pasado unas
jornadas inolvidables.
Mi colaboración con este festival
poético ha sido leer los poemas que presento más abajo, procedentes de este
blog e incluidos en mi poemario: “A CORAZÓN ABIERTO”.
De Bailén me traigo varios
obsequios, que acepté emocionado y alegraron mi alma: un bonito cántaro como el
que llevaba María Bellido lleno de agua fresca para los combatientes
bailenenses, que luchaban contra el invasor francés
en 1810, durante la batalla que da renombre a esta ciudad; una botellita de
Picualia, el famoso aceite de oliva virgen extra; un hermoso libro de relatos
del poeta-escritor Juan Risueño: "En cierto sentido"; varios folletos
explicativos de la riqueza cultural y gastronómica bailenense; mi credencial
para participar en los actos programados y cuatro ejemplares de la Antología de
poemas leídos durante el Encuentro. Porque en estos Encuentros no solo se leen versos y
se come bien, también se comparte amistad y literatura. ¡Casí ná!
BATALLADEBAILÉN
Con altanera mirada
hacia lastierras andaluzas
se dirige el buen gabacho
reprimiendo escaramuzas.
Ignora el francés Dupont
la valentía de un pueblo
dispuesto a donar la vida
antes que satisfacerlo.
Contempla desde los riscos
—insectos, sudor y sed—
a mujeres llevando agua
a soldados de Bailén.
Quema el sol hasta en la sombra,
cual fuego abrasala piedra…
Busca donde cobijarse,
¡mas no encuentra árboles, nihierba!
El sudor impregna las faldas,
de las bellas bailenenses.
"Al invasor francés, ¡ni agua!"
Gritan ellas en el frente.
Hendidos todos sus flancos
llora por primera vez;
se rinde el general galo
ante el pueblo de Bailén.
PLANTADO
Esperando enla Gran Vía
quellegara mi musa buena,
mi esperanza y mi alegría.
se escaparon por la acera
Como una estaca en un prado,
la dulce hada me dejó,
¡allí mequedéplantado,
perdida toda ilusión!
¿Cuándo la volveré a ver?
¿Y qué voy a escribir yo,
si mi musa me abandona
y me rompe el corazón?
Dice que se va de viaje,
que me tome un buen
descanso, que la cosa no es pa tanto
¡Chiquillo, échale coraje!
Igual que a un policía al quehan robado la moto
-cara de candado roto-
se me ha puesto a mí la mía.
¡Ay que dolor, Virgen santa!
Se me parte el corazón
¿Cómo escribo yo un poema
si no me asiste mi amor?
¡Vaya plan el del poeta
que escribe sin ton ni son!
Es cual torre sin veleta
o Navidad sin turrón
A VECES, EL SOL SE NIEGA A SALIR
A veces, el sol se niega a salir. Está harto de alumbrar desiertos, de dar vida a corazones muertos
que insisten en querer vivir.
Harto de dorar la mies para el hambriento varado en una oscura playa
abrazado al cadáver de un hijo,
que murió en el intento
Atrás quedan las bombas, las zanjas,
los escombros y los muertos,
el polvo en el aire, truncados proyectos
y un armario lleno de sueños.
La Luna vierte lágrimas de rocío
sobre un mar embravecido que alimenta su voraz estómago
con náufragos entumecidos.
A veces, el Sol se niega a salir.
Le da vergüenza alumbrar campos
de refugiados con alambres de espino
mientras policías ametrallan pateras.
Al Sol ya no le atrae la bella Europa,
es una puta que cada día cuenta el dinero
obtenido fornicando
en las esquinas
con los Señores de la Guerra.
Mientras tanto, en Idomeni, un niño
tirita de fiebre tendido en el suelo
JUAN PAN GARCÍA, DERECHOS RESERVADOS Safe creative Comons
Después de pensar mucho en cómo decir las cosas de modo que no digan nada, como suelen hacer los que dicen lo que no piensan y piensan lo que se callan, he decidido callarme y mantener mi boquita de piñón cerrada, no sea que al expresar lo que pienso me traiga alguna hostia de esas que, aunque no consagradas, te hacen ver estrellas en el cielo hasta en las noches nubladas, y te dejan más cardenales que el Papa, y la cara destrozada.
Porque si demostrarte con mis hechos que te quiero ya te ofende, ¡qué sería de mí si mi amor te confesara!