¿Adónde vas, hermosa nube
con tu manto color púrpura
luciendo bella orla plateada?
¿Ignoras, por azar, que el calor
para mis huesos es esencial,
y el generoso Sol me lo regala?
Sentado bajo un cielo azul
soy feliz leyendo un libro
en un gran parque soleado
en el que juegan los niños
Echo maíz a las palomas
y hablo con mis vecinos.
Admiro las bellas damas
que pasan por el camino
Nube, pasa de largo yo te imploro,
ve adonde necesitan tus cuidados;
vierte tus lágrimas en los montes
y que la embalsen en los pantanos
Limpia de las grandes urbes,
su casco oscuro, contaminado,
o piérdete tras las montaña,
riega la hierba de los prados
Pero aquí no te quedes, pasa de largo,
déjanos disfrutar del sol de diciembre,
el de los pantalones vaqueros ajustados,
el de los jerseys que marcan los senos,
sobre vestidos generosamente escotados
Deja a los simpáticos gorriones y palomos,
esos intrépidos que comen de nuestra mano.
Déjanos soñar con las risas de mujeres
que escuchan gozosas anécdotas de antaño.