Al
pez brillante que surcaba los mares
cuyas escamas
lloran en el mercado,
millares
de ojos se posan, admirados
curiosos,
calculadores, sobre tu cadáver
Ignoran
todo sobre tu real linaje:
tu familia, tus proyectos, tu pasado…
sólo valoran
si realmente merece
el
precio que por ti han señalado.
Antes
que el hombre te convierta
en
manjar de exquisitos paladares
Antes que asado o frito te ofrezcan
en
bandejas de diseño en restaurantes
o en simple loza blanca en los hogares.
Regado
con vinos de excelente marca
o con
cerveza clara, rubia fresca,
guarnecido con patatas y mahonesa
o simplemente con vegetales y salsa,
Antes
de que aclamen tu dulzura
y tu
esencia acaricie paladares
estómagos expertos, hambrientos,
y luego,
sin asomo de amargura,
al
eterno y oscuro lugar del olvido…
te arrojen entre sucios excrementos
Quiero brindar contigo, pececillo
por un mundo de amor y de paz
donde hombres y animales
donde hombres y animales
puedan convivir en libertad.
Hola Juan
ResponderEliminarYo no soy muy amiga de los pescados, pero de vez en cuando hago la penitencia de saborearlos.
Pero este poema está lleno de ingenio, muy a tu estilo, que hasta me dio la tentación de degustar un buen plato.
Saludos poeta.
Un beso de domingo
Hola, genessis! Pues qué decirte, yo acabo de degustar un plato de boquerones fritos com pimientos fritos en el bar acompañado de mi hijo y mi nuera y estaban riquísimos.
ResponderEliminarAhora mi hijo está friendo pescado en casa mientras se termina de hacer la fideuá. Por si no sabes lo que es, pincha aquí, te llevará a una entrada mía en el blog. Besos
http://ellugardejuan.blogspot.com.es/2010/10/paella-o-fideua.html
Les escribes un poema antes de jalártelos? Con amigos como tú los pobres pececitos no necesitan enemigos jaja. Un abrazo, y que aproveche, tienen buena pinta
ResponderEliminarPues sí, Juan, soy un hipócrita. He trabajado en la ampliación y montaje de maquinaria en un matadero de Guijuelo y vi como mataban a los cerdos. Es terrible oír sus chillidos y ver la salvajada que hacen en las industrias. Me daban mucha pena y estuve varios meses sin probar carne. Me gustaría que fuesemos todos herbívoros y no necesitasemos matar a los animales; pero eso es luchar contra la naturaleza, pues ellos también se devoran unos a otros. Es una utopía muy difícil de defender, es como pelear contra molinos de viento.
ResponderEliminarYo, a pesar de la pena que me dan, sigo apreciando el jamón y todo lo derivado del cerdo.Quizás porque no veo como los maltratan.
Lo mismo me pasa con todos los animales. Lo que nunca he hecho ni haré será matarlos yo o hacerles daño.
Una vez, un ayudante me regaló un pavo vivo en Navidad y cuando dijo que él mismo me lo preparaba,a mi hija le entró una crisis de nervios y le dije al amigo que se llevara el pavo. Una cosa es comprarlos muertos; otra, matarlos en casa. Un abrazo
Pues hace unos treinta años un señor del pueblo de Cardeñas al que mi padre le salvó la vida en una solitaria carretera de Córdoba se le ocurrió regalarnos un cerdo. Fue mi padre con el camión a por él, y cuando llegó a la casa había que bajarlo. Fue un rato muy divertido, pero menos cuando un tío mío acostumbrado a esos bichos y las matanzas le clavó un gancho en el cuello y el pobre le siguió hasta la mesa de operaciones como un corderito. El jodío estaba bueno -rico, rico- desde las uñas hasta los gruñidos. Lo pasamos bien
ResponderEliminarPues yo no soy así, Juanillo. Yo veo ese gancho y se me quitan las ganas de comer. De mis cuatro hijos, solo uno disfruta de asistir con los amigos y parientes de su esposa a las matanzas, incluso se ofrece para ser el matarife.
ResponderEliminarYo escribí esto sobre ellas:
http://ellugardejuan.blogspot.com.es/2005/09/por-qu-dios-mo.html.
Un abrazo,amigo, voy a salir un rato.
Me gusta tu forma de dar las gracias a aquellos que nos alimentan. Es de bien nacidos ser agradecido, mejor nos iría si agradeciéramos siempre aquello de lo que nos alimentamos ya sea vegetal o animal. Besos Juan.
ResponderEliminarHola, Mercedes! Qué alegría verte de vuelta de "vacaciones".
ResponderEliminarYo soy muy agradecido con quienes me tratan bien sean personas o animales, a estos los quiero mucho y veo muchos programas de Pelo Pico pata y similares.Un beso enorme
Ayy Juan jeje pero si tú lo que tienes es el alma de poeta, y un bueno ojo culinario también jeje.
ResponderEliminarUn besito me encató este poema pasado por agua.
Hola, Oreadas! Me encanta tu simpático comentario y te imagino riéndote.¡Cómo pasa el tiempo!Ya hace más de un año que no te veo.Besitos, guapa.
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