Amanece
en silencio tras una noche sin freno,
los
cuerpos usados yacen inertes en los lechos.
Algunos
no se reconocerán ante el espejo
Cónyuges
que siguen cometiendo adulterio en sueños,
se
desperezan y toman consciencia de los hechos
Cuerpos
ahítos de alcohol, proteínas y besos...
Ellos
se lo han ganado, se lo merecen, son buenos,
Sólo
piensan en comer, beber, dormir y sexo.
Solo
eso. Cuidando de la familia, por
supuesto
En breve, cuando terminen estas fiestas,
veremos
pancartas
en las calles, poemas clamando al cielo
contra
el hambre y opresión que padecen muchos pueblos...
Pedid
que actúe la Justicia, que echen al Gobierno,
y
que paren los desahucios, que abunde el empleo,
que
no haya más guerras y descontaminen el cielo
que
limpien los mares de nuestro maldito veneno.
Exigid
más Educación, Sanidad, buenos sueldos
Poetas
y escritores en denunciar compitiendo,
llenaran
las páginas de Internet y de otros medios...
Ha
llegado la hora, sí, Clamad a los cuatro vientos.
Olvidáis
que mientras gozabais de manjares buenos
el
hambre y el frío acosaba a muchos seres vivos
quienes, sin esperanzas y solos, seguían
muriendo.
Predicad
Amor y Solidaridad entre pueblos
saciados
los egos, con los estómagos bien llenos.
¿Cuántos escritores sientan a pobres a la mesa?
¿Cuántos poetas dan a comedores alimentos?
¿Quién
ha pensado en quienes dormían en los
cajeros,
mientras
copulábamos calentitos en el lecho?
Sí,
ya sé, hermano poeta: cada cosa a su tiempo