domingo, 14 de diciembre de 2014

AMIGA MÍA


AMIGA MÍA:
Si un día  descubres
que yo ya no estoy
no te apenes, cielo:
habré quedado libre
Mi vida no fue la soñada
aunque de nada me quejo:
recibí mucho cariño
me casé, fui feliz, tuve hijos;
pero no realicé mis sueños.
Y con mi alma si triste
he vivido luengos años.
¡Ay! Amor Verdadero,
  apenas te conocemos.
Unos seres te confunden
 con el lujurioso  sexo;
otros,  con don dinero.
A muy temprana edad
 truncaron mis sueños
abusando de mi cuerpo,
 publicando los hechos.
Cargué con una maleta
de vergüenzas y miedos
de terror y de complejos
que paseé desde niño
por el mundo entero.
¡Qué gran desconsuelo!
Tú, mi querida amiga, 
quisiste ayudarme en ello
demostrarme que sí puedo
y con amor incondicional
pusiste en ello tu empeño
para satisfacer mi ego.
 Desconfiado como soy
debido a tantos entuertos
no supe valorar, ¡qué necio!,
tu desinteresado  desvelo.
Te acusé de ninfómana
 de veleidosa y embustera.
Hoy pago con la muerte
 en vida, alma entristecida,
el daño que te hice, amiga
al  insultarte y ofenderte.
Te perdí para siempre
y merezco  perderte.
Mi vida ya no es vida
sólo un existir ausente.


No hay comentarios:

Publicar un comentario