domingo, 31 de mayo de 2015

TORRES MÁS ALTAS HAN CAÍDO


                                          


Inútil es intentar convencerte
 de la sana intención  que a mi me lleva
a pedirte que como antes yo vuelva
a ser tu amigo  incondicionalmente

Para ti fui siempre, no me lo niegues
el receptor del oprobio y las culpas,
el  fracaso, el pañuelo que ya no usas,
 el capricho de una soleada tarde.

Princesa, algún día comprenderás
-y no creo yo que mucho tiempo pase-
que  mano amiga no cabe despreciar.


Pues si ufana te vas fagocitando 
a todos tus amigos especiales
 que tú termines sola, es natural.

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