jueves, 25 de diciembre de 2014

SILENCIO.




Amanece en silencio tras una noche sin freno,
los cuerpos usados yacen inertes en los lechos.
Algunos no se reconocerán ante el espejo

Cónyuges que siguen cometiendo adulterio  en  sueños,
se desperezan y toman consciencia de los hechos
Cuerpos ahítos de alcohol, proteínas y besos...

Ellos se lo han ganado, se lo merecen, son buenos,
Sólo piensan en  comer, beber, dormir y sexo.
Solo eso. Cuidando de  la familia, por supuesto

 En breve, cuando terminen estas fiestas, veremos
pancartas en las calles, poemas clamando al cielo
contra el hambre y opresión que padecen muchos pueblos...

Pedid que actúe la Justicia, que echen al Gobierno,
y que paren los desahucios, que abunde el empleo,
que no haya más guerras y descontaminen el cielo
que limpien los mares de nuestro maldito veneno.
Exigid más Educación, Sanidad, buenos sueldos

Poetas y escritores en denunciar compitiendo,
llenaran las páginas de Internet y de otros medios...
Ha llegado la hora, sí, Clamad a los cuatro vientos.

Olvidáis que mientras gozabais de manjares buenos
el hambre y el frío acosaba a muchos seres vivos
 quienes, sin esperanzas y solos, seguían muriendo.

Predicad  Amor y  Solidaridad entre  pueblos
saciados los egos, con los estómagos bien llenos.
¿Cuántos escritores  sientan a pobres a la mesa?
¿Cuántos poetas dan a comedores alimentos?
¿Quién ha pensado en quienes  dormían en los cajeros,
mientras copulábamos calentitos en el lecho?

Sí, ya sé, hermano poeta: cada cosa a su tiempo


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