viernes, 15 de agosto de 2014

A MARÍA JESÚS


Tiritando está la luna,
escalofrios de estrellas,
oscureciendo el camino,
sombra de plata morena,
en la cárcel de la vida
tiene su mirada presa:
mujer y niña madura,
queridísima doncella
Encarcelada su sangre
la noche escucha sus quejas
y amanece en su mirada
una mañana con rejas.
Perros de agua la muerden
y le ponen mil cadenas,
mujer y niña madura,
amantísima doncella
Gritaron sus cuidadoras
al escuchar las sirenas
¡A la niña prisionera
le han quitado las cadenas!
Las rejas están temblando
esperando su condena
Sobre el catre están las ropas,
en el suelo las cadenas
Los prados en sus retinas

la Luna va dibujando
cruza el aire la lechuza

 las nubes le van cantando
Muerden los perros la sombra
corre libre la doncella
sin nadie que la detenga
Los pastores que dormían
bien despiertas las miradas
a los guardias les decían:
"Esa celestial criatura
felizmente cantaba y reía."
Iba montada en una yegua
volando libre con ella
atrás dejó las cadenas
oscura y vacía la celda
Los dioses cantan ¡Aleluya!
¡Ya viene la niña presa!
Ha ganado, la gloria es suya

2 comentarios:

  1. Menudo poema le has dedicado.
    Debe estar muy contenta.
    Un poemazo!!!

    Saludos.

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  2. Gracias, Toro Salvaje.María Jesús era la hermana de un amigo que después de pasar una vida sin vivirla nos acaba de dejar. En la entrada anterior escribo otra versión menos trabajada del mismo poema, Saludos, amigo.

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