si la injusticia en el olivar campa.
Quejido bronco emite mi garganta
cuando maltratan a las aceitunas
En los montes embarrados de Málaga
nos ha dejado su huella un cruel tornado
los árboles y plantas ha arrasado
en Torremolinos, Álora y Cártama.
¡Escuchad el clamor de los olivos!
Lloran los viñedos del Moscatel,
y en el bello Sendero de la Miel,
¡toda la miel en hiel se ha convertido!
Málaga, diosa del mediterráneo,
tu luz quieren apagar las tormentas,
abatida, exiges a esto respuesta:
¿A qué viene este furor espontáneo?
Volverán las aves a tus balcones,
seguirán besándote olas del mar,
los poetas a ti te cantarán
y llegarán turistas por millones.
Juan Pan García, 31 octubre 2012