jueves, 14 de junio de 2012

JORNALEROS



 Cuadro de Julien Dupré, " Segadores cargando la mies"

Esta mañana en la plaza,
sentado en un banco, cabizbajo,
triste, retorciéndose las manos,
hallábase un hombre llorando

Era un hombre joven,
de no más treinta años,
miraba al cielo y decía
Señor,  ¿qué  está pasando
que en esta bendita tierra
somos tantos sin trabajo?

 Explícame, no soy muy listo
por qué el Gobierno español
por no sembrar en sus fincas
 entrega dinero a los señoritos

¿Dónde se ha visto, Dios mío,
que se pague por ver hierba
donde siempre crecía el trigo?

¿Señor, de qué vamos a vivir?
¿Con qué criamos a los hijos ?
Si  lo que venden las tiendas
se produce  muy lejos de aquí.

Cual golondrinas con boqueras
piando hambrientas en sus nidos,
exigen ropa y comida mis  niños
sin    advertir mis problemas
Explícame, Señor, insisto
¿Por qué los que dirigen el circo
por no sembrar en sus fincas
entregan dinero a los ricos?

¡Dónde se ha visto, Dios mío
que se pague por ver hierba
donde siempre crecía el trigo!

 
A la Duquesa de Alba le dan 3 millones de euros por no sembrar
http://www.diarioinformacion.com/opinion/2011/12/20/cayetano-alba-sangre-azul/1203687.html

jueves, 7 de junio de 2012

UN BESO EN PUERTA OSCURA




En Puerta Oscura una tarde yo te di un beso
Te cogí de la  cintura te apreté contra mi cuerpo
Nos miramos a los ojos, nos hablamos en silencio

Explosión de amor  hizo vibrar mi  pecho
Temblorosa tú, en silencio me aceptabas
Sentí que la vida en cada beso se escapaba 
Y  convertimos la hierba en  nuestro lecho

En Puerta Oscura una tarde yo te hice mía
Embelesado besé tu cara, tus ojos, tus labios
Acaricié tu cuerpo con mi boca  y con mis dedos
Hasta sentir  que la locura  del deseo te invadía

Y los árboles del parque, sonrojados,
De curiosas miradas  nos ocultaron
Y mientras  con ansia nos amábamos
Se bañó de oro la cima de Gibralfaro

Volaban las gaviotas  sobre la Malagueta
Y jugaban al escondite alrededor del faro
El aire recogía los gemidos  enamorados
Al Este, el cielo color fuego era una fiesta

Las murallas nos observaban allá en lo alto
Los pájaros en las ramas guardaron silencio
Escuchaban tus susurros, tus quejidos, tus excesos
Al entrar yo  en tu dulce, cálido y húmedo templo

Nos sorprendió la luna en aquel jardín
Abrazados ambos y  viviendo sueños
La Manquita lucía orgullosa sobre los tejados
Y, más lejos,  el faro giraba y giraba sin fin

Y nosotros, ajenos a todo, lejos del mundo
Hablando con los ojos, ambos en silencio
las manos incansables incendiadas de deseo
descubriendo ávidas nuestros secretos
disfrutamos de una noche inolvidable
  de esas que destacan en los recuerdos.

En Puerta Oscura una tarde yo te di un beso
Me embrujaste, amor mío, y desde entonces,
desde aquel  preciso momento, 
olvidarte yo no puedo.