martes, 27 de septiembre de 2011

AMOR SECRETO

Tiene carita de niña
la mujer que  más quiero
su pelo largo y negro
lo lleva siempre suelto.

Pongo a Dios por testigo
que es cierto, si te digo,
que desde que la conocí,
yo, sin ella, ya no vivo.

¿Cómo voy a vivir sin ella
si ya me estoy muriendo?
Todas las horas del día
la llevo en el pensamiento.

Quisiera poder abrazarla
amar su bonito cuerpo
y su boquita preciosa
poder comerla a besos.

Parece una chiquilla
aunque parió, ha tiempo
y su vientrecillo tierno
esté hinchado de nuevo.

Bendita seas mil veces
criatura que vives dentro
 recibirás todos sus mimos
sus caricias y sus besos.

Quisiera poder decirle
lo mucho que yo la quiero
aunque mi vida esté ya hecha
y su corazón tenga ya dueño.

Su carita es tan bonita,
 tan hermoso su cuerpo
su voz, tan agradable...
¡como agua en el desierto!

Como la luz del amanecer
que asoma débilmente
hasta que lo llena todo...

Al igual que la marea
que sube poco a poco
cubriendo las rocas...
Apareció ella en mí
y llenó mi corazón
y ahora, mi cabeza,
anda loca, muy loca...

Sentado en mi balcón
 corroído de  ansiedad
paso las horas mirando
por si la veo pasar.
Si sale, ¿adónde irá?
Si vuelve, ¿adónde ha ido?
Celos tengo yo...
¡hasta de su sombra!
Que siempre lleva consigo.

¡Celos tengo yo...
del sudor de su cuerpo!
Con el calor del verano
acaricia toda su piel
desde la frente, a sus pies
desde los hombros, a sus manos.

Igual llenaría yo,
de besos y caricias,
 su cuerpo entero
diciéndole al oído
¡Chiquilla, cuanto te quiero!

Ya sé que no es para mí
 su corazón tiene ya dueño
pero nadie puede impedir
que los niños tengan sueños.

Y a pesar de mis años
un niño  he vuelto a ser
Si ella, al pasar, me mira
ganas me dan
de saltar y correr.
Cuánto me gustaría decirle:
Escucha niña... que yo te quiero...
Deja que te bese...
que si no... me muero.

Parece una muñeca...
¡Tan bonita, tan graciosa!
Mirarla refresca la vida
como el rocío a la rosa.

Tengo una pena muy grande
que invade todo mi cuerpo
por verla así, tan cerquita
y sentirla yo, tan lejos...

Dicen las gentes:
Desgraciado en amores,
 afortunado en dineros
Pues ni yo tengo un duro,
ni la mujer que yo quiero.

Así ando yo noche y día
con negros pensamientos
Preguntándole a los cielos 
Por qué  a mí, este tormento.

2 comentarios:

  1. Bonito poema lleno de sentimiento. El amor dulce, caricia que embriaga, ya sea un sueño o una realidad mil facetas tiene y todos llegan al alma.
    Disfrútalo, la mente no entiende de verdades inventadas o vividas.
    Besosss Juan.

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  2. "... la mente no entiende de verdades inventadas o vividas"
    Me gusta esa frase,Mercedes.Un beso y muchas gracias por estar siempre.

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