martes, 27 de septiembre de 2011

LA PLAYA


Tiembla la sombrilla
al empuje de la brisa.
Juegan niños en la arena.
Olas rompen en la orilla.
Algunos pasan el día
expuestos al tórrido Sol,
constatando con alegría
que sus cuerpos toman color.
Unas mozas pasean por la orilla,
buscando, quizás, unos amigos,
luciendo, seguras, sus pantorrillas.
Por favor ¿Qué hora es?
Preguntan de vez en cuando.
No es que tengan prisa,
es... ¡por decir algo!
Qué solo se encuentra uno
rodeado de tanto extraño
¿Qué hago yo en esta playa?
¿Por qué vuelvo año tras año?
Dentro de unos días
todo habrá terminado.
¡Al fin, estamos en casa!
Dirán los que van llegando.
Y a empezar de nuevo.
Y a esperar otro año,
contando a los amigos
lo bien que lo han pasado.
Y que el pueblo era bonito,
qué caro estaba el mercado
¡Qué noches en la discoteca!
Con la mujer, claro...
Ninguno hablará de aquello
que tanto le hubiese gustado
y que quedaron para otros
más guapos y afortunados.
Qué hubiesen hecho algunos,
si no estuviesen casados?
Cuántas caras tristes,
y pensamientos raros,
bajo sombrillas de colores,
en la playas... en verano.









EL VIEJO


¡Aquí viene esa niña!
Con su pantalón vaquero
y su carita preciosa,
ojos grandes, muy negros.

Ella es para mí muy joven
yo, para ella, ya soy viejo
pero verla me hace sentir
algo muy fuerte por dentro.

Es algo que me quema
que me causa sufrimiento
Ella es tan simpática...
y tan lindo su cuerpo...

¿Por qué nací yo tan pronto?
¿Por qué me hace sentir viejo?
¡Si mi corazón aún es joven!
¿Por qué no lo es mi cuerpo?

Bendita seas chiquilla
por hacerme sentir lo que siento.
Al verte, me siento joven,
y mi corazón late de nuevo.









LA TORMENTA

El poema La Tormenta fue escrito con motivo del secuestro, en plena Democracia, de una exposición de dibujos que se venía celebrando en el Colegio Público El Juncal con motivo de la Semana Cultural.

El día 3 de Mayo de 1988, a las 7 de la tarde, la policía, con una orden del juez, entró en el salón de actos del colegio y se llevó todos los cuadros expuestos (unos treinta) alegando que el autor era el preso del GRAPO J. Sánchez Casas.

Los cuadros ya habían sido expuestos en otras ciudades y posteriormente al secuestro de la exposición en el colegio El Juncal fueron expuestos en la Casa de la Cultura de Puerto Real, sin problema alguno.

Los responsables de la directiva de la Asociación de Padres de Alumnos de El Juncal, que organizaron la exposición, fueron procesados y absueltos. Un año después, los cuadros fueron devueltos a los dueños.

Pero el daño moral ya estaba hecho.


LA TORMENTA

Hoy, grandes nubes negras

entrando por la Puntilla

oscurecen la ciudad.

Descargan toda su furia

sobre la verde hierba

y pisadas de agua y barro

ensucian los portales del hogar.

Cuando el viento desplace las nubes

y el sol vuelva a alumbrar,

la gente salga a la calle

y los niños vuelvan a jugar.

Entonces brillarán aún más bonitas

las rojas amapolas

que florecen en los campos

alrededor de El Juncal.

CUANDO YO ME VAYA

Cuando yo me vaya lejos,
hacia el horizonte infinito,

dejando atrás heridas, alegrías,
amigos y enemigos, y sin más bagaje

que mi amor incomprendido.

Con el corazón abierto,
mostrando las múltiples heridas
que me hice a lo largo del camino.


Cuando llegue ante la fuente de energía
que a todos nos da vida
y me postre ante el Supremo Juez,
sabiendo que nada es peor

de lo que ya he sufrido

Y Él me pregunte qué deseo,
para que me sea concedido,
antes de arrojarme al eterno olvido.

Le diré que te ame como yo te amé,
que te cuide por muchos años
y te guarde un lugar junto a Él

Para que tu luz, ésa que me deslumbró
y que hizo añicos mi corazón,
ilumine para siempre los espacios infinitos

AVES DE HIERRO

Ave metálica y maldita,

Te alimentas con la sangre de inocentes

Hierro y fuego son tus excrementos

Carroñera, buscas entre los despojos

El trofeo para tus vitrinas

Palestina:

Tierra yerma cubierta de cadáveres

Qué horribles máquinas allanarán

Tus casas y calles

Para cultivar naranjas de zumos de sangre

¿Cuántos Herodes enviarán sus huestes a

matar a tus hijos?

¿Cuántos de éstos deberán derramar

su sangre para que el mundo despierte?

Israel:

Reclamas una tierra que no es tuya

¡nunca lo ha sido!

Desde el principio te enamoraste de ella

Cuando saliste de Egipto la ocupaste

Matando ancianos, mujeres y niños

No es tu tierra

¡Nunca lo ha sido!

Fueron las armas las que hablaron

Con sangre firmaron las escrituras

En la ceremonia sangrienta,

Ingleses y americanos, tus amigos,

del crimen fueron testigos

Al igual que El Cristo, uno de tus hijos,

el más justo y conocido,

Israel, por tus crímenes

¡Yo te maldigo!

EL POETA

Todos me llamaban poeta porque un día hablé del renacimiento de las amapolas y margaritas; de los retoños en lo árboles; del trasiego de abejas y mariposas fecundando a las flores; del trinar de los pájaros y la vuelta de las golondrinas….

No saben que no fue hasta que te conocí, mi amor, que llegó mi primavera.

AMOR SECRETO

Tiene carita de niña
la mujer que  más quiero
su pelo largo y negro
lo lleva siempre suelto.

Pongo a Dios por testigo
que es cierto, si te digo,
que desde que la conocí,
yo, sin ella, ya no vivo.

¿Cómo voy a vivir sin ella
si ya me estoy muriendo?
Todas las horas del día
la llevo en el pensamiento.

Quisiera poder abrazarla
amar su bonito cuerpo
y su boquita preciosa
poder comerla a besos.

Parece una chiquilla
aunque parió, ha tiempo
y su vientrecillo tierno
esté hinchado de nuevo.

Bendita seas mil veces
criatura que vives dentro
 recibirás todos sus mimos
sus caricias y sus besos.

Quisiera poder decirle
lo mucho que yo la quiero
aunque mi vida esté ya hecha
y su corazón tenga ya dueño.

Su carita es tan bonita,
 tan hermoso su cuerpo
su voz, tan agradable...
¡como agua en el desierto!

Como la luz del amanecer
que asoma débilmente
hasta que lo llena todo...

Al igual que la marea
que sube poco a poco
cubriendo las rocas...
Apareció ella en mí
y llenó mi corazón
y ahora, mi cabeza,
anda loca, muy loca...

Sentado en mi balcón
 corroído de  ansiedad
paso las horas mirando
por si la veo pasar.
Si sale, ¿adónde irá?
Si vuelve, ¿adónde ha ido?
Celos tengo yo...
¡hasta de su sombra!
Que siempre lleva consigo.

¡Celos tengo yo...
del sudor de su cuerpo!
Con el calor del verano
acaricia toda su piel
desde la frente, a sus pies
desde los hombros, a sus manos.

Igual llenaría yo,
de besos y caricias,
 su cuerpo entero
diciéndole al oído
¡Chiquilla, cuanto te quiero!

Ya sé que no es para mí
 su corazón tiene ya dueño
pero nadie puede impedir
que los niños tengan sueños.

Y a pesar de mis años
un niño  he vuelto a ser
Si ella, al pasar, me mira
ganas me dan
de saltar y correr.
Cuánto me gustaría decirle:
Escucha niña... que yo te quiero...
Deja que te bese...
que si no... me muero.

Parece una muñeca...
¡Tan bonita, tan graciosa!
Mirarla refresca la vida
como el rocío a la rosa.

Tengo una pena muy grande
que invade todo mi cuerpo
por verla así, tan cerquita
y sentirla yo, tan lejos...

Dicen las gentes:
Desgraciado en amores,
 afortunado en dineros
Pues ni yo tengo un duro,
ni la mujer que yo quiero.

Así ando yo noche y día
con negros pensamientos
Preguntándole a los cielos 
Por qué  a mí, este tormento.